Este blog la única intención que tiene es transmitiros a todos lo que le sucedió un buen día a Laura, una chica tan normal y sencilla como podemos ser cualquiera de nosotros, que tropezó con un destino duro y sinuoso y por el cual se crea este blog, que va buscando hacerle el futuro mucho mas fácil...
domingo, 8 de abril de 2012
Hermana de honor de la Morenita
Ildefonso Rueda Jándula (párroco de Torres):
Tarde de Domingo, bajando del Santuario de la Virgen de la Cabeza. Los últimos rayos del sol anaranjados, sobre los pinares, después de un día primaveral, evocan el ocaso del día, mientras escucho en el audio del coche, el CD “Todos con Laura”. Ha sido un día bellísimo, incluso placentero, del cual recuerdo su sonrisa: la sonrisa de Laura López Montiel.
Hace unas semanas, Andrés, el presidente de la Cofradía de la Virgen de la Cabeza en Torres, me comunicó que en la Eucaristía que celebraríamos en el Santuario, como encuentro anual de los cofrades, nos iba a acompañar la joven Laura, de quien los medios de comunicación se habían ocupado recientemente, ya que había salido de un coma cerebral. Es cierto que aquella historia me “sonaba” algo, y de entrada, me pareció la idea estupenda.
Ya el viernes 9 de marzo, una joven torreña, Mari Paz, amiga de Laura me había introducido en su historia, y comencé a interesarme de verdad. Pero lo del domingo, fue especial. Pude conocer a unos padres “coraje”, luchadores donde los haya, movidos por el amor a una hija que es toda una bendición. Después de la misa de una, subimos al camarín, acompañando a Laura, donde el Padre Rafael Márquez, hizo entrega de una rosa a Laura, después de haber rezado un Ave María. Al bajar las calzadas, la recién construida estructura de la casa de cofradía de Torres, recibía a cofrades, familia y amigos de Laura, para juntos, compartir el almuerzo.
Nos despedimos en aquella explanada, frente a la casa cofradía, contemplando cómo los padres de Laura conducían su silla de ruedas hasta el interior del furgón donde puede viajar en sus desplazamientos. El gran recuerdo de un gran día: su perenne sonrisa para con todos, que transmitía algo más que un simple agradecimiento: una paz indescriptible. Tarde de Domingo en el Santuario, día de reencuentros y de la novedad de quien siempre nos descoloca. Como decía el Padre Rafael, hasta para quienes tenemos una fe razonada, la Virgen de la Cabeza, siempre nos “descoloca”.
A veces, pensamos que podemos ayudar con las migajas de nuestro tiempo a quienes nos salen al paso por el camino de la vida, y al fin, nos descubrimos mendigos del amor de Dios, y eternamente regalados por aquellos que son los primeros destinatarios del Reino. ¡Bienaventurados!.
Con éstas hermosas palabras Ildefonso nos narra ese domingo, 10 de Marzo de 2012, en el que Laura y el resto de la familia sentimos ese abrazo tan generoso de esta Cofradía de Torres. Gracias.