domingo, 8 de abril de 2012

Mientras dormía... capítulo 1: ENTRA EN COMA

   "Todo empezó con dolores de cabeza que la llevaron horas antes, al hospital"


El antes y el después del coma
   Manuela Rosa Jaenes. 12 Marzo 2012

  Primera parada en la historia de una joven que estuvo muy cerca de la muerte 
Laura López Montiel estuvo apartada de la vida durante nueve intensos meses. Una hemorragia cerebelosa truncó las ilusiones de una mujer joven y con muchos proyectos. Diario JAEN comienza hoy un recorrido de doce capítulos en el que intentará desgranar lo que ocurrió el día que entró en coma y lo que pasó mientras dormía.

  Quedaban dos días para que expirara 2010 cuando un hecho terrible cambió la vida de toda una familia. Laura López Montiel, una jiennense que entonces tenía veinte años y toda una historia que contar, bromeaba en casa, ajena a lo que el destino le aguardaba.
  Aquel 30 de diciembre no se había levantado bien. Pasó la madrugada con intensos dolores de cabeza e, incluso, vómitos, pero no se atrevió a molestar a su familia. Pensó que sería algo pasajero y que, a la mañana siguiente, lo habría superado. Sin embargo, no fue así. Fue entonces cuando sus padres decidieron acompañarla hasta el hospital con la convicción de que un tratamiento devolvería a Laura López la vitalidad que la caracterizaba. Le diagnosticaron sinusitis y, después de dos horas de pruebas, regresó a su domicilio.
  A las dos de la tarde, un grito estremecedor se oyó en el salón de su casa. Fue el último alarido de Laura López. La joven estaba tirada en el suelo y no respondía a los estímulos. Era una jornada en la que las familias se afanan en los preparativos para despedir el nuevo año. En la casa del barrio de Santa Isabel, donde reside, se notaba el trajín de una fiesta tan especial. La noche se truncó y, con ella, la vida de una joven que irradiaba felicidad. Ese día, oportunamente, el padre de Laura, Manuel López, llegó quince minutos antes del trabajo y se cambiaba de zapatos en la cochera cuando escuchó el grito. En esos momentos de confusión, el equipo del 061 trasladó a la enferma hasta el Hospital Médico-Quirúrgico. La noticia golpeó no solo a la familia, sino también a los amigos, a los vecinos e, incluso, a los clientes de Bicicletas Laura, un negocio en el que se estrenaba como empresaria. En el hospital, el diagnóstico fue claro: hemorragia cerebelosa -el cerebelo es el centro nervioso del encéfalo que ocupa la parte posterior e inferior del cráneo y cuya función principal es la coordinación motriz- o muerte cerebral. En esos momentos de incertidumbre, de desconocimiento de la situación y de nerviosismo, los tíos de la joven, profesionales de la Enfermería, valoraron la posibilidad de trasladarla hasta Granada convencidos de encontrar algo de luz en medio de aquel callejón sin salida. Sin embargo, Manuel López tomó la decisión de entregarse por completo a la Medicina jiennense.

Laura López, flanqueada por
su hermana Ana y su prima María
           Anecdotario
  * Laura López estudiaba Empresariales, pero decidió aparcar los libros para emprender una aventura con la que siempre soñó: una tienda de bicicletas. Sus padres invirtieron los ahorros de toda una vida para cumplir con el sueño de su hija. Así es cómo abrió Bicicletas Laura, situada al final de la Avenida de Andalucía.
  * Los clientes del establecimiento se sorprendieron al ver, el 31 de diciembre, un estremecedor cartel en el que se anunciaba el cierre temporal a causa de un terrible suceso.
  * La familia de Laura López destaca que siempre fue una joven inteligente y muy despierta. Como anécdota, cuentan que en el negocio no necesitaba tener registradas las cuentas. Todo lo tenía en la cabeza, su verdadero ordenador.
  * Una de las ilusiones de López Montiel era celebrar la llegada del año 2011 en una conocida discoteca de la capital. Su tío paterno Kiko le prometió al entrar en coma, que lo harían juntos algún día.
  * Familiares y amigos no han parado de acompañarla. Incluso, en Nochevieja, todos se congregaron en la sala de espera de la UCI para permanecer lo más cerca posible de ella. Sus padres y sus tíos se turnan desde aquel día para atenderla.
  * Los amigos y familiares de Laura López no pararon ni un solo día de hablarle, en voz alta, y contarle todo lo que sucedía a su alrededor.