Había señales de esperanza.
Manuela Rosa Jaenes. 26 Marzo 2012
La familia de la joven recuerda con cariño a la médico Encarnación Castillo.
Encarnación Castillo Lorente es médica intensivista de la Unidad de Vigilancia Intensiva del Hospital Neurotraumatológico. Estuvo pendiente de Laura López Montiel desde el día que la operaron por segunda vez. Vivió de cerca la situación más crítica por la que atravesó la joven y dice que siempre tuvo esperanzas en su recuperación.
La joven que despertó del coma tras nueve meses dormida permaneció alrededor de treinta días en la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI) del Hospital Neurotraumatológico, ubicada justo al lado de Urgencias. Fue, sin duda, la etapa más dura que vivieron Laura López, su familia y el equipo de médicos y enfermeros que lo dieron todo por ella.
Agustín Carrillo, Encarnación Castillo, Rafael Prieto, Rosell Quirós, Pedro Conde, Ana Belén Martos, Verónica Pereira y Luis Ortega. |
Reencuentro de Encarnación Castillo con Laura López y su padre, Manuel López. |
Fueron treinta días en los que, después de dos operaciones, las pruebas reflejaban que no había signos de daño de estructuras vitales. Encarnación Castillo comenta que, a tenor de los resultados del electroencefalograma y la resonancia magnética nuclear, le sorprendía que Laura tardara tanto en salir del coma, porque otros pacientes en situaciones similares ya lo habían hecho. "Eso hizo a muchos compañeros estar pesimistas con respecto a su pronóstico, pero yo sabía que, tarde o temprano, saldría para adelante", señala. Añade: " Por eso le decía a los padres, cada mañana, que tuvieran paciencia". La médica destaca el trabajo realizado por la familia.